Desde su entrada en Georgia en 2007, la peste porcina africana (PPA) se ha extendido progresivamente en toda la región, a pesar de todos los esfuerzos de prevención y control, afectando primero a los países del Cáucaso, a continuación a la Federación de Rusia, Ucrania, Bielorrusia, y desde el año pasado, a la Unión Europea (países bálticos y Polonia).